Es tal la prepotencia y la actitud despótica del PP que son
capaces de permitirse el lujo de no asistir al debate televisado de las
elecciones andaluzas del 25 de marzo, y es posible que no pase nada. Dice el
señorito Arenas, candidato del PP a la presidencia de la Junta, que Canal Sur
no garantiza la neutralidad exigible de algo tan sencillo como un debate, con
los tiempos controlados y con libertad para hablar de cualquier tema. Hombre,
algo saben de esto los del PP, pues es tal la manipulación de las televisiones públicas
que ellos controlan, ejemplos de Telemadrid y el Canal 9 valenciano, que se
piensan que todos son de su condición. Encima ayer sale Cospedal y dice que “la
imparcialidad de RTVE es muy mejorable”, y se va a casa tan ancha.
Excusas aparte, son varias las razones de esta huída de
Arenas y de su desprecio hacia todo el electorado andaluz. Arenas se sabe
ganador, su campaña electoral se basa en el desgaste del PSOE en su malísima
gestión de la crisis, y en la relevancia del caso de los EREs fraudulentos. No
necesita más y sabe que si abre la boca lo único que puede hacer es perder
votos. Porque en el debate tendría que dar cuentas de los recortes de servicios
públicos del PP nacional, de la reforma laboral, de los ajustes del déficit y
de otros tijeretazos que le podrían pasar factura el día 25. Incluso es que le
podrían preguntar acerca de sus intenciones como Presidente, de su programa, y
como ya se sabe, a imagen de papá Rajoy, eso será conocido a partir del día 26,
no vaya a ser que por decirlo antes entren menos votos en la urna. Otros dicen
que quien es un clásico perdedor de elecciones, es la cuarta vez que opta como
cabeza de lista, no está a la altura de un debate de estas características, y
que como a su amigo Rajoy le ha llegado la hora no por méritos propios, sino
por deméritos del PSOE. Así que lo mejor que podría hacer es tratar de imponer
sus condiciones para el debate, le hubiera gustado un debate en Intereconomía
con una masa enfurecida hostigando a sus rivales, y de no ser atendidas, como
así ha sido, pues no va y punto. Lamentable.
En esto que el debate quedó en un cara a cara donde, según
cuentas las crónicas, el candidato de IU Diego Valderas dio un auténtico repaso
al candidato socialista Griñán, dejando claro, una vez más, que puede haber una
salida por la izquierda a la crisis en contra del discurso único que nos tratan
de imponer. Sólo hay que despertar del letargo e intentarlo.
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