Ya está. Como cada viernes, y convirtiéndose en una desagradable
rutina, ha comparecido la insolente Vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de
Santamaría, para dar una nueva mano de pintura negra al futuro de un país en
vías de subdesarrollo. Hoy se trataba de ratificar por el Consejo de Ministros
los detalles del tijeretazo de diez mil millones de euros a la sanidad y la
educación, poniendo el punto y seguido a lo que ha sido una nueva semana de
globos sonda, comunicados y declaraciones de intenciones por parte de todos los
satélites del PP. El hecho de que este recorte sea un incumplimiento más de las
promesas de campaña electoral no es lo grave, a mí no me están engañando, sólo
engañan a los ingenuos e ignorantes. Lo grave es el ataque directo contra la
sociedad, el brutal atentado contra los pilares básicos del Estado de
Bienestar.


Después de esto, ¿qué nos queda? Yo lo diré, la dignidad. La
misma dignidad que ellos entregaron a los mercados, a los bancos, a quienes de
verdad gobiernan. La nuestra debe permanecer intacta, intocable. Y sólo así,
manteniendo la dignidad, iniciaremos la reconquista de todos los derechos que
hoy nos están siendo arrancados. Mayo se prevé calentito. Espero que dentro de mucho tiempo los libros
de Historia cuenten a los niños del futuro que el Mayo de 2012 permitió a la
sociedad reconducir los designios de un país que iba derecho al desastre.
Pues hagamos algo YA Defendámonos de los ataques¡¡¡¡¡ A LOS FOROS, A LAS CALLES....
ResponderEliminarHe visto tu perfil, la cita sobre la utopía de Galeano. En Mayo estará por distintas ciudades de España presentando su nuevo libro "Los hijos de los días"
Me reconforta leerte. Espero no perder nunca la mía(mi dignidad).Un saludo.
ResponderEliminarPlenamente, totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarUn saludo cordial, llegué aquí gracias a un comentario en el país.
Soy maestra y te aseguro que se de lo que hablas.
Por nosotros, por el futuro de nuestros hijos, por los que nos precedieron.
ResponderEliminarHay que llenar las calles, no podemos consentir lo que están haciendo.