martes, 19 de junio de 2012

Enhorabuena y gracias, Syriza


Algo menos de 3 puntos porcentuales es lo que le ha faltado a la coalición de verdadera izquierda, Syriza, para alzarse con la victoria en las elecciones al parlamento griego del pasado domingo. Pese a la ajustada derrota se ha de considerar todo un triunfo lo que Syriza ha conseguido. Por vez primera en mucho tiempo los verdaderos gobernantes de Europa, grupos de presión y especuladores varios se han visto amenazados por la posibilidad de que un parlamento europeo se pudiera escapar al chantaje que practican y al discurso dominante que cultivan.

Para ello no han dudado en ejercer toda la presión externa posible utilizando la mentira y el terror, con amenazas de corralito y bancarrota incluidas, para que el miedo triunfara sobre la esperanza que supone Syriza. El gobierno en coalición que constituirán los vencedores de las elecciones, Nueva Democracia (el PP griego), y el PASOK (el PSOE griego) estará formado por los mismos políticos corruptos y mentirosos que han llevado a Grecia a la situación actual, y que las instituciones europeas consideran más manejable debido a sus currículums que a cualquier otra alternativa.


Syriza se ha ganado a pulso el reconocimiento. Enhorabuena por lo conseguido, porque la coalición ha logrado multiplicar por seis los votos obtenidos en 2009, y ha sumado 10 puntos porcentuales más al resultado obtenido en las elecciones del mes pasado. Y gracias porque han mostrado a toda Europa el camino a seguir, han puesto de manifiesto que sí se puede, que existen alternativas políticas a la austeridad y a los recortes que tienen paralizado el crecimiento económico en buena parte de la eurozona.

Mientras, en España, todos los medios de comunicación de masas se congratulan con la no victoria de Syriza. Que El País salga con el mismo titular que ABC, o que el panfleto La Gaceta, es un dato tremendamente esclarecedor del grado de condicionamiento y sometimiento del periodismo nacional. El presidente, Mariano Rajoy, también se felicitaba por la victoria de ND. Pero el lunes la prima de riesgo volvía a romper el techo histórico, y el tipo de la deuda pública a 10 años superaba ampliamente el 7%. Los mercados no dan tregua y se van acabando las excusas.

Obviamente España necesita su Syriza. Desde la coalición griega han manifestado en varias ocasiones que Izquierda Unida es la organización hermana de Syriza en España. La presencia del eurodiputado de IU, Willy Meyer, junto al líder de Syriza, Alexis Tsipras, en el cierre de la campaña electoral, y, sobre todo, la semejanza en los programas electorales de ambas formaciones así lo atestigua. Pero IU necesita frescura, evidentemente Cayo Lara no es Alexis Tsipras. Aunque en el futuro está puesta la esperanza de que Alberto Garzón, el benjamín del Congreso de los Diputados, confirme lo que se le adivina. Joven, con carisma, fenomenalmente preparado y comprometido tanto en lo político como en lo social, tan sólo le falta el plus de experiencia que ya se está ganando. Lo mismo se le ve dando lecciones económicas en el Congeso a diputados brazosdemadera enmohecidos, como al frente de un piquete informativo en la pasada Huelga General. Solamente debe ser cuestión de tiempo. 


domingo, 6 de mayo de 2012

...y no vuelvas más, Sarkozy


Que el insípido socialdemócrata François Hollande haya ganado las elecciones presidenciales francesas no me hace ninguna ilusión. Tampoco tengo ninguna esperanza, al menos de momento, en que este triunfo suponga una ruptura definitiva con las actuales políticas neoliberales y europeístas que asolan el viejo continente. Pero si por algo me alegro de este triunfo es debido a la patada en el culo que el electorado francés le ha dado a Nicolás Sarkozy para que desaloje el Palacio del Elíseo.

La elección francesa es un castigo a la sumisión económica de los estados a los mercados y a los poderes financieros. Es un voto que rompe con el eje francoalemán y con el pseudomatrimonio Merkozy que gobierna toda la Unión Europea a su antojo. Es todo un correctivo a las políticas antisociales que debilitan el estado de bienestar de trabajadores y ciudadanos. Y es un claro rechazo a la política-show mediatizada del que ha sido un claro aspirante a Napoleón.

Pero no cantemos victoria todavía, el triunfo de la socialdemocracia francesa no es bueno, es lo menos malo que podía pasar. Es prácticamente seguro que los ajustes y reformas que Hollande practicará no tengan la dureza que hubieran tenido en el caso de que Sarkozy continuara en el Elíseo. Pero esto no significa que vaya haber un cambio de rumbo serio en el fondo de las políticas. La subordinación a la troika europea continuará, supongo que con algo de disimulo, aunque con algún matiz más social, que visto el cariz que las medidas han tomado últimamente no es poco.

La esperanza de la ruptura y el cambio definitivo están puestas en las elecciones legislativas del mes que viene. Y, sobre todo, en la nueva coalición de verdadera izquierda, el Front de Gauche (Frente de Izquierdas), que además de conseguir unificar en torno a la figura de Jean-Luc Mélenchon a todas las fuerzas izquierdistas comprometidas con la transformación social, logró en la primera vuelta de las elecciones presidenciales un gran resultado. François Hollande debe entender que el apoyo del Front de Gauche en la segunda vuelta ha sido clave para su triunfo. Asimismo debe servir para hacer fuerte oposición al auge del Front Nationale (Frente Nacional) de Marine Le Pen, formación de extrema derecha que, gracias a las teorías neofascistas que se extienden por Europa y que Anders Breivik puso en práctica con la masacre de Oslo y la isla de Utoya (Noruega), ha conseguido engañar y cautivar a muchos descontentos con el actual sistema, culpabilizando de su situación a inmigrantes y sectores marginales.

El mensaje que a España debe llegar de estas elecciones presidenciales francesas es claro, y Mariano Rajoy debe ir poniendo ya sus barbas a remojo. La ciudadanía francesa ha castigado la ínfima resistencia de su estado a los mercados financieros, y apuesta por una alternativa a las políticas de austeridad y una concepción diferente de la economía y de la sociedad. Pero aquí, mientras esperamos a que nos llegue la oportunidad de cambio en las urnas, tenemos una cita con la calle el próximo sábado 12. Una cita que sirva para celebrar el aniversario del Movimiento 15M y que, sobre todo, sirva para canalizar la indignación y para hacer frente común a las políticas regresivas de nuestro Gobierno.

jueves, 3 de mayo de 2012

¡No quiero que sea viernes!


Jamás pensé que diría esto, pero es cierto, ¡no quiero que sea viernes! Me viene a la memoria los viernes de mi niñez. El timbre del colegio anunciando a media tarde el final de la larga semana, y el principio de todo un fin de semana para hacer las tareas propias de la infancia. Qué grandes recuerdos. También me viene a la memoria los magníficos viernes de mi adolescencia. Era el día más esperado, el día que daba rienda suelta a esas hormonas adolescentes ávidas de disfrutar de los placeres de la vida. Pero ahora es todo lo contrario.

Los viernes se han convertido para mí, y para muchos españoles, en un día trágico, es como si todos los viernes fueran viernes 13. Sólo de pensar en que llegue el mediodía y se anuncie la comparecencia de la insolente Vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, tras el Consejo de Ministros, con su habitual dosis de soberbia y laca, a mi cuerpo le entran los siete males. Me produce rabia esa media sonrisa de jugadora, y ganadora, de monopoly que siempre lleva consigo. Además flanqueada, como siempre, por los dos ministros de turno encargados de explicar, con los habituales eufemismos y medias verdades, los retrocesos en derechos y libertades de cada semana.

¿Qué toca este viernes? Quieren acabar con todo. Parece que esta vez todo apunta a que nos harán pagar por circular por las autovías. También se habla de la privatización de las líneas del AVE, y medidas urgentes en materia medioambiental, entre ellas la política del agua. Y para terminar seguro que cae alguna sorpresa de última hora, acabando por rematar otro viernes negro. Además está lo del disparate anunciado por los nacionalistas catalanes, con los que tanto aparentan discutir pero con los que tanto tiene en común, de cobrar cinco euros por pasar la noche en el hospital. Todo puede pasar.

Sí, ya sé que es lo que España eligió el pasado 20 de noviembre, y ahora hay que atenerse a las consecuencias. Pero no me negarán que ni yo, que no les voté, ni incluso los que engañados depositaron la papeleta del PP en la urna, merecemos este castigo del desmantelamiento del Estado de Bienestar por fascículos. Es como esa gota malaya que va cayendo ininterrumpidamente de una en una, y que acaba por torturar lentamente a la víctima. No lo merecemos, no, así que abandonemos pues la indiferencia, y luchemos por conseguir que los viernes vuelvan a ser lo que siempre fueron.

lunes, 30 de abril de 2012

El Mayo de 2012 debe pasar a la Historia


El Primero de Mayo de 1886 se inició una huelga en Chicago (Estados Unidos) que buscaba la consecución de lo que hoy nos parece algo tan normal como es la jornada laboral de ocho horas. Esta protesta, que tuvo su punto más intenso tres días después con la revuelta en el parque Haymarket, costó la vida a muchos trabajadores, cuya sangre derramada sirvió finalmente para la consecución de tan noble reivindicación. Esta lucha, considerada como el punto de inflexión del movimiento obrero, sirve en la actualidad en todo el mundo, además de para honrar a los Mártires de Chicago, para celebrar el Día Internacional de los Trabajadores. Todo ocurrió durante un histórico mes de mayo.

Años después en Francia, durante otro histórico mes de mayo, concretamente en 1968, sucedió lo que hoy se conoce como el Mayo francés o el Mayo del 68. El desarrollo capitalista avanzaba a una velocidad de vértigo sin contar para nada con la realidad y la necesidad social. Este hecho desencadenó la protesta espontánea de los jóvenes estudiantes, a los que posteriormente se unieron obreros, sindicatos y partidos de izquierda. La protesta se convirtió en un enorme movimiento ciudadano que si bien no tuvo como resultado la toma del poder, sí sirvió para que la clase política hiciera frente al malestar social existente y cambiara el rumbo de las políticas económicas. Las movilizaciones se extendieron por todo el mundo, incluso a la España franquista, marcando a toda una generación que decidió tomar la calle para que se les tuviera en cuenta.

El año pasado, también durante el mes de mayo, surgió en España el Movimiento 15M. Este movimiento ciudadano surgió de manera espontánea y pacífica por una sociedad harta de la situación política y económica actual, y que busca una democracia más participativa y construir un sistema social que solucione los problemas reales de la ciudadanía. El espíritu del movimiento y la movilización conseguida hace albergar la esperanza de que la unión de la sociedad civil puede ser capaz de transformar el poder de gobernantes, bancos y multinacionales.

Hoy más que nunca debe primar dicho espíritu. Con un gobierno vendido a los mandatos europeístas que no titubea a la hora de recortar derechos fundamentales, la respuesta no debe hacerse esperar más. Con una tasa de paro insostenible y con una recesión económica brutal se nos quiere hacer ver que la única salida que nos queda es entregar las conquistas sociales que tanto han costado conseguir. Se hace necesario, entonces, abandonar la indiferencia y conseguir canalizar toda la indignación para dejar de ser meros espectadores de lo que sucede. Para ello, durante el mes de mayo existen varias citas que se hacen obligatorias, comenzando por las manifestaciones del Primero de Mayo, y continuando por el aniversario del 15M. Mayo de 2012 debe pasar a la Historia. Tomemos la calle. Sin complejos. Sin miedo.

sábado, 28 de abril de 2012

No más IVA


"La subida del IVA es injusta porque perjudica a quien menos tiene. Es inútil porque no servirá para atajar el déficit. Es contraproducente porque es un nuevo jarro de agua fría a una economía que ya está congelada". Estas palabras bien pudieran haber salido ayer, tras la comparecencia del Ministro de economía Luis de Guindos notificando la subida del IVA para el año que viene, de la boca de cualquier persona que no esté a favor de las medidas económicas del Gobierno Rajoy. Pero no, esta es una de las declaraciones con las que ni más ni menos que el presidente Rajoy recibía el anuncio de subida del IVA que el ex presidente Zapatero hizo hace poco más de dos años.

Era entonces cuando el PP tenía la poca vergüenza y la desfachatez de autoproclamarse como el partido de los trabajadores. Era cuando Rajoy echaba en cara al Gobierno a la deriva de Zapatero que subiera el IVA hasta a los chuches. Era cuando Esperanza Aguirre, en otro alarde de descaro e hipocresía, ponía en marcha una campaña de igual título que este artículo, con recogida de firmas en contra del tributo y llamada a la “rebelión” incluídas. Era entonces cuando el PP necesitaba que el incauto español cayera rendido a sus engaños y mentiras para que depositaran en la urna la papeleta de un partido que se decía capaz de sacar a España de la crisis vía crecimiento económico y creación de empleo.

Hoy ese incauto español engañado maldice lo que hizo el pasado 20 de noviembre, y sufre en sus propias carnes, al igual que los que no votamos al PP, los incesantes recortes de derechos y libertades más las nuevas cargas impositivas que el Gobierno impone después de que prometiera una y otra vez que jamás lo harían. Las hemerotecas no dan abasto rescatando todas las promesas incumplidas por este Gobierno sumiso a los mercados, empeñado en asfixiar a toda una ciudadanía por la misión de cumplir un objetivo de déficit. Objetivo al que se podría llegar si tuvieran el valor de afrontar una profunda reforma fiscal que persiga concienzudamente el fraude fiscal y la economía sumergida, entre otras medidas económicas alternativas.

Mientras tanto el paro se eleva por encima de los cinco millones y medio de personas, hay Comunidades Autónomas con una tasa de paro superior al 30%, y el desempleo juvenil supera ya el 50%. Insostenible. Por otro lado la prima de riesgo continúa disparada y las agencias de calificación vuelven a reírse de España rebajando la nota de la deuda soberana. El acoso es brutal cuando la resistencia del Gobierno es mínima. Previniendo lo que se le puede venir encima, ahora tratan de criminalizar la calle, la protesta pacífica y la desobediencia civil. Pero no podrán, es imposible ponerle puertas al campo.

viernes, 20 de abril de 2012

Aquí te pillo, aquí te MATO. WERT para creer


Ya está. Como cada viernes, y convirtiéndose en una desagradable rutina, ha comparecido la insolente Vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, para dar una nueva mano de pintura negra al futuro de un país en vías de subdesarrollo. Hoy se trataba de ratificar por el Consejo de Ministros los detalles del tijeretazo de diez mil millones de euros a la sanidad y la educación, poniendo el punto y seguido a lo que ha sido una nueva semana de globos sonda, comunicados y declaraciones de intenciones por parte de todos los satélites del PP. El hecho de que este recorte sea un incumplimiento más de las promesas de campaña electoral no es lo grave, a mí no me están engañando, sólo engañan a los ingenuos e ignorantes. Lo grave es el ataque directo contra la sociedad, el brutal atentado contra los pilares básicos del Estado de Bienestar.

La Ministra de Sanidad, Ana Mato, ha ejecutado, haciendo honor a su apellido, todo un “aquí te pillo, aquí te mato”. Ha llegado al Gobierno y de un plumazo ha reventado uno de los pocos motivos que a los españoles nos quedaban para poder presumir de estado, la Sanidad Pública. Y lo ha hecho de la manera más cruel, introduciendo el copago (o repago, o atraco) farmacéutico, obligando a pagar por las medicinas hasta a los pensionistas que tanto las necesitan. Esta bajada indirecta de las pensiones no deja de ser todo un injusto impuesto a la enfermedad que, como siempre, se ensañará con los más débiles y desfavorecidos.

El Ministro de Educación, José Ignacio Wert, tampoco se ha quedado atrás. Al aumento de hasta un 20% en el número de alumnos por aula o el incremento de las horas lectivas del profesorado en primaria y secundaria, se ha unido el incremento de más del 60% de las tasas universitarias y el endurecimiento de los requisitos para el acceso a una beca. A corto plazo esto significa una pérdida de calidad tremenda en la enseñanza, además de convertir a la educación en un privilegio y no en un derecho debido a las desigualdades en el acceso a la misma. A largo plazo supone una destrucción del futuro de todo un país, salvo que la intención sea contar con una sociedad ignorante y desorientada a la que modelar sin complicaciones. Lo dicho, Wert para creer.

Después de esto, ¿qué nos queda? Yo lo diré, la dignidad. La misma dignidad que ellos entregaron a los mercados, a los bancos, a quienes de verdad gobiernan. La nuestra debe permanecer intacta, intocable. Y sólo así, manteniendo la dignidad, iniciaremos la reconquista de todos los derechos que hoy nos están siendo arrancados. Mayo se prevé calentito.  Espero que dentro de mucho tiempo los libros de Historia cuenten a los niños del futuro que el Mayo de 2012 permitió a la sociedad reconducir los designios de un país que iba derecho al desastre.

miércoles, 18 de abril de 2012

Decisión hostil dicen


Decía el pasado sábado 14 el Ministro de Industria, José Manuel Soria, después de amenazar a Argentina por la intención de su presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, de nacionalizar YPF, la filial en el país sudamericano de la multinacional petrolera Repsol, que “las cosas parecen que se encauzan”. Bien, pues como si las amenazas se trataran del pito de un sereno, sólo 48 horas después la presidenta argentina comunicaba, en medio de un show mediático exagerado, que nacionalizaba el 51% de YPF, de la cual es accionista mayoritario Repsol.

Acto seguido el gobierno español monta en cólera, reaccionando a lo que ellos consideran una agresión a España y a todos los españoles. Obvian que Repsol ya no pertenece a España. Hace tiempo ya que los gobiernos de Felipe González y de José María Aznar entregaron Repsol a capitales privados, así como tantas otras empresas pertenecientes al sector energético, acabando por desmantelar uno de los sectores estratégicos básicos de España, y dejando a estas empresas sin patria ni bandera. Obvian que más de la mitad de las acciones de Repsol están en manos de capitales extranjeros. Obvian que Repsol sólo declara en España el 25% de todos sus beneficios como multinacional. Obvian que además lo hacen a un tipo impositivo mucho menor al que tributa el asalariado medio español. Obvian que, como multinacional que es, utiliza paraísos fiscales para beneficiarse de menores cargas fiscales. Obvian, en definitiva, que los intereses de Repsol son optimizar los beneficios y los negocios de sus accionistas y de otros individuos privados, de la nacionalidad que sean,  sin importarles para nada el bienestar de los españoles. Aún así el propio Ministro Soria y el Ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, comparecen, esta vez sí en persona y no mediante una nota de prensa como la que anunciaba el tijeretazo en educación y sanidad, para decir que la medida que ha tomado Argentina “se trata de una decisión hostil contra Repsol y, por tanto, contra España y contra el Gobierno español”.

Queda meridianamente claro para quienes gobiernan Rajoy y los suyos, y no es precisamente para el interés de los ciudadanos españoles, sino para el interés de grandes empresas, banca y el resto de poderes financieros. Y yo me permitiré el lujo de explicar al Gobierno español qué es una decisión hostil contra España y todos los españoles. Decisión hostil es considerar que sean los mercados los que dirijan el rumbo de un país. Decisión hostil es aprobar una reforma del mercado de trabajo que dinamita derechos laborales que con tanto sufrimiento se llegaron a conseguir. Decisión hostil es presentar unos Presupuestos Generales cargados de recortes en servicios públicos esenciales. Decisión hostil es que, diez días después de esta presentación, anuncien un nuevo tijeretazo precisamente en educación y sanidad. Decisión hostil es proponer a las Comunidades Autónomas que los pensionistas tengan que pagar por los medicamentos que tanto necesitan. Y decisión hostil es mentir y engañar a toda la ciudadanía incumpliendo sistemáticamente lo que habían prometido durante la campaña electoral.

El Gobierno español ha anunciado medidas “claras y contundentes” como respuesta a esta situación, y el pito del sereno vuelve a relucir. La medida que ha tomado Argentina es perfectamente legítima y conforme a las reglas del juego si consideran que la estrategia empresarial de Repsol YPF no se corresponde con el desarrollo económico argentino y con el interés nacional. Lo que preocupa es que esta medida no tenga continuidad con otros sectores estratégicos, y tan sólo sea una maniobra política cargada de populismo de un gobierno en dificultades abocado a desalojar la Casa Rosada. Si esto fuera así, la medida únicamente serviría para asestar un nuevo golpe al verdadero socialismo.